Recuérdame, un día cualquiera, cuando tengas cuarenta años, mujer, dos hijos y una hipoteca. Sólo piensa en mí. Quizás un día pongan aquella película en la televisión, la que yo no paré de recomendarte hasta que la viste, y no puedas evitarlo. O comience a sonar esa canción en la radio mientras llevas a tu hijo a su entrenamiento de fútbol. Puede que pienses en aquella playa y sonrías en mitad de la arena recordando que fuimos los reyes de una de sus toallas. O tal vez tu hija te pregunte que hacías cuando eras joven y sin que puedas hacer nada aparezca mi imagen en tu cabeza. Simplemente eso, acuérdate de esta ilusa con la que compartiste un par de días y cuatro besos tontos.


Personillas adorables.

viernes, 9 de septiembre de 2011

- Alomejor no es la persona acertada, pero creo que tengo derecho a darme yo sola contra una pared.

No hay comentarios:

Publicar un comentario