Hay momentos en la vida en los que una decision, un instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa decima de segundo podra hacer girar todo al lado oscuro, o inhundarlo de luz, podra hacer de ti un heroe o un criminal, podra llevarte al cielo o al infierno, pero siempre sera un lugar desde el cual no podras volver atras.
NO SOPORTAS QUE TE QUIERA, NO SOPORTAS QUE TE ODIE... ENTONCES TÚ DIRAS.
La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder, y define improbable como algo imberosimil, que no se funde en una razon prudente. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se funden en una razon prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables, porque lo improbable es por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientas haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.
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