Recuérdame, un día cualquiera, cuando tengas cuarenta años, mujer, dos hijos y una hipoteca. Sólo piensa en mí. Quizás un día pongan aquella película en la televisión, la que yo no paré de recomendarte hasta que la viste, y no puedas evitarlo. O comience a sonar esa canción en la radio mientras llevas a tu hijo a su entrenamiento de fútbol. Puede que pienses en aquella playa y sonrías en mitad de la arena recordando que fuimos los reyes de una de sus toallas. O tal vez tu hija te pregunte que hacías cuando eras joven y sin que puedas hacer nada aparezca mi imagen en tu cabeza. Simplemente eso, acuérdate de esta ilusa con la que compartiste un par de días y cuatro besos tontos.


Personillas adorables.

sábado, 10 de septiembre de 2011

- ¿Sabes lo que más me duele? Pensar...en los besos que no nos vamos a dar, en las cosas que no nos vamos a decir¿Que tontería, no? Como se puede echar de menos algo que nunca ha ocurrido...

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